El comportamiento de las empresas de todos los sectores de la economía es fundamental para tener éxito en la transición hacia una economía climáticamente neutra y ecológica.

La importancia fundamental es lograr la consonancia con la nueva estrategia de crecimiento del Pacto Verde Europeo, adoptada por la Comisión Europea en 2019.

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Las normativas que se están aprobando en algunos países, y fundamentalmente la Directiva en Debida Diligencia en Sostenibilidad de la UE que está en proceso de aprobación por la Unión Europea, genera la prioridad de avanzar en sus estrategias y mecanismos para gestionar eficazmente la debida diligencia en sostenibilidad, derechos humanos y medioambiente, en sus cadenas de suministro.

Además, contribuye con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y el Acuerdo de París sobre Cambio Climático.

Las empresas operan en entornos complejos y, frecuentemente, dependiendo de cadenas de valor mundiales; además, tienen que gestionar un número considerable de proveedores.

La complejidad de sus cadenas de valor genera dificultades para identificar y mitigar los riesgos en el modelo de negocio que están relacionados con el respeto de los derechos humanos o las repercusiones medioambientales.

La identificación de estos efectos adversos en su modelo de negocio, y en su cadena de valor, requiere:

• La integración de la sostenibilidad en los sistemas de gestión y gobernanza empresarial
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  Imagen: ElGlobal.es

  La definición de las decisiones empresariales en términos de derechos humanos, impacto climático y medioambiental, así como en términos de resiliencia de la empresa a largo plazo

• La aplicación de procesos de identificación de riesgos e impactos, así como de mitigación y remedio de los efectos adversos, en los derechos humanos y el medio ambiente, en sus cadenas de valor

La gestión de la debida diligencia requiere revisar los modelos de negocio dentro de la empresa, pero también las políticas y herramientas de gestión con otras empresas.

Si bien, algunas empresas tienen una trayectoria y han avanzado, como es el caso de ACCIONA Energía, la mayoría pueden tener dificultades a la hora de implementar la gestión de la diligencia debida en su cadena de valor, que suele ser larga, amplia y compleja

Los procesos de transformación y transición que viven sectores clave como el energético, no están libres de este reto en los modelos de negocio sobre los que se basan, caracterizados por su dependencia y apalancamiento sobre recursos naturales y proveedores con retos importantes en gestión de los derechos, humanos y ambientales.

A principios de este año, Sustentia colaboró con ACCIONA Energía en una asesoría técnica en la elaboración de un benchmark de prácticas en gestión de la debida diligencia en derechos humanos en la cadena de suministro en el sector energético.

En general, la asesoría técnica consistió en:

• El análisis de las prácticas de gestión de la cadena de suministro en la actualidad, con el objetivo profundizar la integración de la debida diligencia en la gestión de la cadena de suministro, e identificar áreas de mejora.
• El estudio y análisis comparado de las prácticas de gestión de riesgos e impactos de la cadena de suministro en materia de derechos humanos, de empresas consideradas de alto desempeño y gestión en el sector eléctrico en general, y de las energías renovables (EE.RR.) en particular
• Identificar y analizar grupos de trabajo, foros o espacios innovadores de encuentro, que estuvieran trabajando en la integración del enfoque de sostenibilidad en las cadenas de suministro, haciendo un enfoque especial en el sector de las energías renovables

Sustentia diseñó una matriz de evaluación con 13 indicadores, para aplicarla a un mapeo cuantitativo de información disponible de una muestra de 60 empresas del sector energético, y 45 empresas del sector de la construcción.

Además, Sustentia hizo un mapeo cuantitativo y cualitativo de prácticas, con base en una matriz de evaluación, a partir de 8 indicadores, en 19 empresas (17 del sector energético, 1 textil, 1 telecomunicaciones).

Las principales fuentes de información primaria que se utilizaron fueron las Memorias de Sostenibilidad, los EINF (Estados de Información No Financiera), y lo que publican las empresas en las páginas web. También fue incorporada información de estudios publicados de asociaciones sectoriales regionales y nacionales, iniciativas de sostenibilidad, de sociedad civil, organismos internacionales, universidades, entre otros.

ACCIONA Energía pretende potenciar relaciones de apoyo mutuo que generen valor en toda la organización y que perduren a largo plazo en sus relaciones con su cadena de valor. Por ende, trabaja para trasladar su compromiso con la sostenibilidad a lo largo de toda su cadena de suministro a través de actuaciones concretas innovadoras y de impacto, como es ésta en la que Sustentia le ha acompañado.

Esta asesoría se realizó en el marco de la de la estrategia de sostenibilidad que tiene ACCIONA Energía, cuyo compromiso es incorporar de debida diligencia en sostenibilidad, derechos humanos y medioambiente, en sus procesos y modelo de negocio.