Los análisis de riesgo ético en las relaciones empresariales
Hoy día los consumidores prestan una mayor atención a qué empresas compran sus productos o contratan sus servicios. Su objetivo, por lo general, es priorizar aquellas prácticas empresariales que más se acercan a sus principios, o mejor, alejarse de aquellas ante las que se muestra más contrario.
Sucede algo similar en la relación entre las empresas. Con el fin de tomar decisiones informadas, son cada día más las que antes de contratar a un proveedor o asociarse con otra entidad opta por buscar datos sobre su comportamiento, el grado de asunción de los principios de Responsabilidad Social (RS) y la protección de los Derechos Humanos (DDHH) y Laborales, sus compromisos adquiridos y las medidas de implantación que ha llevado a cabo, entre otros.
A partir de sus colaboraciones con otras organizaciones, Sustentia Innovación Social ha desarrollado la Metodología Análisis RET -Análisis de Riesgo Ético de Terceros-, que permite contar con información para evaluar con criterios objetivos el riesgo de coherencia con los compromisos éticos y en DDHH de los que es responsable la empresa. Esta metodología recoge dos tipos de análisis. Un análisis del entorno y un análisis de comportamiento de la empresa.
El análisis del entorno define el perfil de riesgo empresarial, abordando el riesgo geográfico, el riesgo por sector y actividad de la empresa y el riesgo por estructura de la propiedad y sus participadas. El análisis de comportamiento, por su parte, define el nivel de riesgo asociado a la forma en cómo gestiona los riesgos de entorno, es decir, su riesgo por denuncias, sanciones o multas, y su riesgo por informaciones recabadas sobre su sistema de gestión de los DDHH y RS.
Se ha aplicado a más de 85 empresas o grupos empresariales analizados hasta 2013.